jueves, 24 de noviembre de 2016

Entrevista

La psicología y la ayuda a través de la palabra

Cecilia Poetsch es psicóloga, en esta entrevista nos cuenta sobre su vocación y que es lo que mas le gusta de su trabajo.

F.G: -¿Qué estudia la psicología?

C.P: -La psicología estudia las emociones, los comportamientos de las personas y trata de ayudar a que el paciente se sienta mejor. La forma en la que yo lo estudio tiene que ver mucho con el lenguaje, cómo las personas hablan.

F.G: -¿Por qué elegiste estudiar esta carrera? ¿Cuando empezaste?

C.P: -Empecé a cuando terminé la secundaria, ya me gustaba de antes así que empecé ya decidida. Me acuerdo cuando estaba en el último año de la secundaria me hicieron hacer un test vocacional y me salió psicología así que confirmé lo que me gustaba.

F.G: -¿Qué es lo que mas disfrutás de ser psicóloga? ¿Por qué?

C.P: -Es una pregunta difícil ya que uno siendo psicóloga trata con el sufrimiento de la gente entonces disfruto cuando siento que algo de lo que hago sirve para ayudar a la persona para que deje de sufrir por lo que viene.

F.G: -¿Estudiaste alguna otra carrera? ¿Trabajás o trabajaste en alguna otra profesión además de ser psicóloga?

C.P: -Al mismo tiempo que empecé a estudiar psicología estudié el profesorado de yoga que me llevo tres años. Así que mientras estudiaba psicología empecé a dar clases de yoga en un instituto y luego clases a domicilio.

F.G: -¿Tenes alguna anécdota para contarnos?

C.P: -Me acuerdo una anécdota de mi primer trabajo como psicóloga. Yo trabajaba en un centro de discapacidad atendiendo chicos tres veces por semana. La cuestión es que un día, cuando salí iba a hacer unas compras y me doy cuenta de que me faltaba la tarjeta de crédito, entonces hice la denuncia pero no sabía dónde la había perdido porque tenia todo lo de la billetera menos la tarjeta.
Al otro día voy a trabajar ya con una tarjeta de crédito nueva, cuando salgo voy a comprar algo nuevamente y le entrego la tarjeta al vendedor me dice que es invalida es decir que la habían dado de baja. Entonces me di cuenta de que alguien me había robado la primera tarjeta y luego la había cambiado por la segunda, así me robó las dos. Siempre pensé que me la habían robado en el centro de discapacidad ya que al poco tiempo echaron a una portera por ser acusada de robar. Así fue como terminé pagando más por los gastos de la tarjeta que lo que gané en el mes de trabajo.

Cecilia Poetsch, psicóloga y madre de dos hijos,continua día a día con su trabajo.




lunes, 18 de abril de 2016

Cenicienta pierde una pantufla

Cenicienta pierde una pantufla

     El padre de Cenicienta, viudo, se casó con una mujer con dos hijas. Al morir él, las hermanastras de Cenicienta la burlaban por ser fea y sucia, la obligaban a limpiar la casa. Ella, como no era tonta, se oponía a hacerles caso, se iba todos los días a bailar y dejaba a las hermanastras y a la madrastra cocinando y limpiando.
     Un día, el príncipe petiso y gruñón de la ciudad, organizaba una fiesta para encontrar a su futura esposa, pero la madrastra no dejó ir a Cenicienta y la encerró en su cuarto. Ella se quedó llorando hasta que apareció un ogro mágico que le dio una bicicleta y un par de pantuflas para ir al baile.
     En el baile, Cenicienta y el príncipe empezaron a bailar, pero ella se tuvo que ir porque se dio cuenta de que tenía un agujero en la pollera. En el camino se tropezó y perdió una pantufla. El príncipe encontró el calzado y decidió que se casaría con quien lo hubiera perdido.
     Luego, se dio cuenta de que era de Cenicienta y la quiso obligar a casarse, pero ella no quiso y le puso la excusa de que estudiaría en la universidad cuando, en realidad, se quedaría todo el día en su casa.
     El príncipe la descubrió y la metió en la cárcel.
   Luego de unos años, le propuso casamiento a una de las hermanastras de Cenicienta, ella acepto y vivieron felices para siempre.