Cenicienta pierde una pantufla
Un día, el príncipe petiso y gruñón de la ciudad, organizaba una fiesta para encontrar a su futura esposa, pero la madrastra no dejó ir a Cenicienta y la encerró en su cuarto. Ella se quedó llorando hasta que apareció un ogro mágico que le dio una bicicleta y un par de pantuflas para ir al baile.
En el baile, Cenicienta y el príncipe empezaron a bailar, pero ella se tuvo que ir porque se dio cuenta de que tenía un agujero en la pollera. En el camino se tropezó y perdió una pantufla. El príncipe encontró el calzado y decidió que se casaría con quien lo hubiera perdido.
Luego, se dio cuenta de que era de Cenicienta y la quiso obligar a casarse, pero ella no quiso y le puso la excusa de que estudiaría en la universidad cuando, en realidad, se quedaría todo el día en su casa.
El príncipe la descubrió y la metió en la cárcel.
Luego de unos años, le propuso casamiento a una de las hermanastras de Cenicienta, ella acepto y vivieron felices para siempre.
Luego, se dio cuenta de que era de Cenicienta y la quiso obligar a casarse, pero ella no quiso y le puso la excusa de que estudiaría en la universidad cuando, en realidad, se quedaría todo el día en su casa.
El príncipe la descubrió y la metió en la cárcel.
Luego de unos años, le propuso casamiento a una de las hermanastras de Cenicienta, ella acepto y vivieron felices para siempre.